Aunque estoy en pleno acuerdo con Houellebecq, quien en su libro el Mundo como Supermercado habla sobre la publicidad como una de las herramientas más útiles, tal vez la más, de todas las utilizadas para transformar al hombre en un "fantasma obediente del devenir" y hacernos suponer que la "participación epidérmica y superficial, en la vida del mundo, tiene que ocupar el deseo de ser". Y como dije antes, aunque estoy de acuerdo, si quisiera hacer un homenaje a todos las los grandes publicistas detrás de este poder coercitivo. Personas con el don de la creatividad más desarrollado de todos cuantos conocemos, que se entrenan y viven para eso, personas con la capacidad de ver en ellos mismos al mundo, tanto así que son tal vez los únicos a quienes todos valoramos y reconocemos con el nombre de creativos. Creativos en última instancia que transforman ideas desde la nada. Para ellos va mucha de mi admiración. La gran abundancia de nuevos perfumes ha permitido que seamos, ahora más que nunca, presas de una sobre saturación de comerciales sobre el mismo producto, pero al igual que eso, también podemos ser testigos de como la publicidad logra diferenciarlos. Es sorprendente como pueden captar nuestra atención haciéndonos participes de sensación eso sentimientos que nunca pensamos que eran necesarios o posibles transmitir. Son todos los detalles. Tenemos a Loewe y el hombre de chivera extraña y pinta de Mago, que me recuerda a Mandraque, y el sonido de trote de unos caballos, un movimiento sutil de la cabeza y nada más; Carolina Herrera, un hombre, una mujer, los labios de él, el vientre de ella, sabanas blancas, en una habitación de altos ventanales, en algún piso superior de algún edificio en la ciudad de New York, que sale majestuosa detrás de ellos. Una joven mujer corriendo por París con una sombrilla rosa, huyendo de una lluvia que la llevará a encontrarse con el sol después de doblar en una esquina, LACOSTE. Solo tres de los muchos que ustedes podrían nombrar sin notar los efectos que produce en nuestra mente cada una de estas imágenes, su música y el llamado implícito, a veces no tanto, de algún muy buen Slogan. Como el que utilizó Mugler para promocionar su perfume Ángel y que logró quitar del trono al líder de las ventas: el N°5 de Channel; "¡Desconfíe de los ángeles!". De sólo mencionarlo algo viene a mi mente, toda una aventura. Instantes en imágenes o reseñas en palabras que intentan emular los sentimientos o el despertar de sentidos que producirá el olor del perfume en nosotros, muchos de ellos con un éxito insospechado. Pero bueno no vamos muy lejos en nuestro país hemos aprendido como hacerlo y tengo mis favoritos. Aunque aún falta mucho en la parte visual, nuestro fuerte son las palabras y aunque soy consiente de que no todo ha sido producido por nacionales aquí van mis favoritas. Muchos de ellos podrían aplicar para nuestra página Web pero debido a las cuestiones de derechos de autor y otras posibles demandas legales, me abstendré de mencionar cuales e incluso a que compañías pertenecen. "Lee, piensa ...", "... quiere a la gente", Y por encima de todos ellos el ambiguo pero contundente "... Sabe más". Eslogan por demás polémico pues podría ser la manifestación explicita de que ... es el que más conoce sobre la elaboración de los productos o si sus productos son los que tienen una mayor riqueza en lo que se refiere al sabor. Y aquel que pongo por encima de todos que me motiva a decir que por encima del bien y del mal estoy yo como cliente de esa empresa, y no tiene nada que ver que unas lindas chicas salgan diciéndolo, pero lo tomo como una declaración, es el "Tu nos inspiras, ...".
Carlos Andres Salazar Martínez
Carlos Andres Salazar Martínez
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