Acepto que no soy muy dado al trato cariñoso con mi madre y que tal vez eso pueda ser digno de un estudio psicoanalítico. Pero eso no me trae hasta este tema esto es simplemente un sencillo homenaje para mi madre a la que le agradezco tantas cosas. En uno de esos programas, en el cual nos gustaría trabajar a todos, pues su presentador, el camarógrafo y todos los que participan de la producción, viajan a cualquier lugar del mundo para probar sus tragos, para disfrutar de sus delicias o rarezas culinarias, y además gozar de su vida nocturna; si, en uno de esos programas, Anthony Bourdain entrevista a los chef que visita episodio tras episodio, chef tanto de reconocida como dudosa trayectoria, y en medio de sus preguntas surge una a la que sorpresivamente la mayoría de ellos responde de la misma forma. Incluso Bourdain no dando fe del asunto la repite a todos como para creérselo y para darnos la oportunidad de comprobar que efectivamente todos los días estamos frente a la mejor de las comidas:¿Si supieras que este es el último día de tu vida cual quisieras que fuera la última comida? y la respuesta al unísono: Una comida que haya preparado mi mamá.
Y definitivamente, si existe una pregunta para la cual hay una respuesta perfecta esta la tiene. Nosotros, los ciudadanos normales, tal vez, ante tal pregunta lo más seguro es que hubiéramos divagado en los confines de la memoria recordando los restaurantes, o suculentas delicias por las que paso nuestro paladar sin tener en consideración los aromas que desde la cocina de la casa nos despiertan el apetito día a día. Pero ahí están los chef del mundo para recordarnos que en nuestras casas se preparan las mejores comidas del mundo todos los días y para darnos la mejor de las respuestas posibles a una difícil pregunta. Este es el mejor homenaje que se puede hacer a nuestras madres porque no solo anhelamos tener su comida el último de nuestros días sino también disfrutar de su calurosa compañía.
Carlos Andres Salazar Martínez
Y definitivamente, si existe una pregunta para la cual hay una respuesta perfecta esta la tiene. Nosotros, los ciudadanos normales, tal vez, ante tal pregunta lo más seguro es que hubiéramos divagado en los confines de la memoria recordando los restaurantes, o suculentas delicias por las que paso nuestro paladar sin tener en consideración los aromas que desde la cocina de la casa nos despiertan el apetito día a día. Pero ahí están los chef del mundo para recordarnos que en nuestras casas se preparan las mejores comidas del mundo todos los días y para darnos la mejor de las respuestas posibles a una difícil pregunta. Este es el mejor homenaje que se puede hacer a nuestras madres porque no solo anhelamos tener su comida el último de nuestros días sino también disfrutar de su calurosa compañía.
Carlos Andres Salazar Martínez
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