Dentro de lo que conocemos como sistema internacional, surge a finales de la segunda guerra mundial mecanismos de solidaridad que no eran ajenos a las dificultades que acarreaba la época, antes todo lo contrario, pues los nuevos interés dentro del sistema internacional era una reacción clara ante las situaciones coyunturales del mundo, el sistema internacional pasa así de un modelo de relaciones tensas a establecer relaciones de mayor confianza entre los Estados obedeciendo esto en su primer momento a la preservación de la paz, pues lógicamente era la mayor prioridad después de tan pavorosas experiencias. Estas relaciones sin duda dan pie a que se avance en las concepciones de justicia y de solidaridad en el espectro internacional, igual que las nuevas base teóricas que deja por sentado el Estado de Bienestar debido a la crisis del modelo liberal y no menos importante el establecimiento de organizaciones no gubernamentales inspiradas por la lógica humanista, dan lugar a que se materializa el interés de atender las necesidades existentes en los países pobres a través de trasferencias técnicas y financieras por medio de políticas de cooperación. Es así que hasta el día de hoy se nos presenta el concepto de cooperación internacional en distintos espacios académicos, políticos, culturales y productivos. La cooperación internacional es una dimensión que comprende todas las modalidades de apoyo que fluyen entre diferentes agentes internacionales pero más precisamente en este ensayo nuestro interés se centra en la cooperación internacional al desarrollo donde la tendencia entre actores internacionales como los Estados, las organizaciones intergubernamentales, las transnacionales y aun entre organizaciones locales, se encuentra sustentada en el interés de apoyar el desarrollo económico y social de determinadas poblaciones. En este sentido no está de más decir que Colombia es uno de los países receptores dentro de la región del Caribe en lo que respecta a la asistencia oficial para el desarrollo y es la razón por la cual el país ha logrado avances en lo que respecta a la orientación de este valioso mecanismo de apoyo internacional para el desarrollo, es importante para efectos de nuestro propósito señalar que dentro de la política exterior actual lo referente sobre cooperación internacional y sus estrategias tienen un marco altamente coyuntural que entorpecen un poco el mecanismo de cooperación en cuanto a los aspectos de desarrollo que serian indispensables afectar con las trasferencias técnicas y financieras, señalar esto nos permite comprender que en gran medida hay una canalización de esfuerzos y recursos en lo que respecta a la luchas contra las drogas y no menos importante y oneroso para nuestras instituciones la reconciliación y la gobernabilidad que en última instancia apuntan a la política de seguridad democrática del gobierno actual. A pesar de todo esto el país ha logrado no solo ganar confianza en lo que respecta a la guerra contra el terrorismo y narcotráfico sino también se le reconoce mal que bien aportes en lo que respecta a temas como la pobreza y la educación que obedecen a una tercera línea estratégica que comporta los objetivos del milenio, todo esto demuestra que en poca parte la política de cooperación internacional al desarrollo en nuestro país da cabida a aspectos más puntuales en lo que respecta a la nuevas concepciones de desarrollo humano y social, igual se entiende de que no es una acción pública exenta de grandes dificultades de orden interno. Sin embargo la lucha que lleva nuestro país no se compara, gracias a Dios, con los avatares de nuestras ciudades que día a día se modernizan, progresan, se proyectan internacionalmente y mejoran su economía. Es así que Medellín es una ciudad que a cambiado sus días de narcotráfico, organizaciones delictivas y milicias por días de ganas, de esperanzas y de progreso. Pensar en el actual rostro de Medellín nos lleva sin duda a conciderar el papel determinante de la pasada y actual administración publica de Medellín, donde el trabajo político es realizado a consciencia, donde todos lo ciudadanos caben y comparten la construcción de una mejor ciudad, se siente el cambio; “Del miedo a la esperanza”, se viene haciendo política como nunca antes, sin conformismo y sin ocio, o mejor sin egoísmo ni corrupción, gente joven con convicción y preparación, que ya dan a esta ciudad la sensación, de que la política es el terreno, los argumentos son lo medios y la equidad es el fin.
Artículo publicado el 10 de abril de 2008
JUAN CAMILO SALAZAR MARTÍNEZ
Politólogo
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