11 abril 2008

Elogio a la Voluptuosidad

Primero que todo debo aclarar que no se mucho sobre diseño y confección de moda excepto, claro esta, por las escasas y furtivas aventuras que de niño tuve con la maquina de coser de la abuela. Sin embargo, ahora se me antoja pensar, debido a una noticia extraña que escucho mi mamá en la tele sobre Giorgio Armani y aquella voluptuosa mujer que se convirtió en su nueva modelo, que debe ser mucho más difícil elaborar una prenda de vestir que siga las curvas caprichosas de una mujer de este tipo. Un diseño que se adapte a las formas extremas e inmutables. La lycra y otro tipo de telas elásticas han colaborado mucho en esa aventura. Y es por eso que ahí va mi elogio a la voluptuosidad y su dificultad, parodiando a Zuleta. Porque debe ser todo un reto para los diseñadores pasar de las mujeres escasas de curvas y a quienes les cuelga la ropa cual ganchos a utilizar de modelos, a una mujer que lleve más allá su capacidad imaginativa, que los haga seguir sus carnes hasta lo profundo y que con ella nos de una nueva visión de la forma femenina aquella que impacta y llega a la retina como una provocación. Aquella que permitió en el renacimiento dibujar y esculpir las musas de las que tenemos memoria y que hicieron que los artistas más famosos de la época pusieran al servicio de ellas todo su talento para hacer justicia a los diferentes tipos de líneas, claros-oscuros, texturas y perspectivas que hacen parte de la perfección. Tal vez sea por los Kilitos de más que ponen las cámaras que nos vimos obligados a la utilización de mujeres cada vez más delgadas y lamento mucho el conflicto y problema social que esto ha causado, estamos ahora en la búsqueda de que la mujer, aquella que se libero de los hombres para ser su propia esclava recupere su identidad y sea ella la que se imponga por sobre lo que marcan las tendencias. Sigan siendo difíciles de seguir. Yo mientras tanto seguiré disfrutando de las mujeres que nos ofrecen nuestras suegras. Y dare gracias a Giorgio Armani por su nueva modelo y sus 98, 86 y 128 de pura carne; quizás con ella logre cambiar el mundo.
Posdata, en su libro El Lujo Eterno, Gilles Lypovetski narra como a principios del siglo XX ocurrió que la definición que hizo Coco Chanel a la silueta de la mujer coincidió con la delgadez que sufrieron las mujeres Europeas debido a las depresiones propias de la Primera Guerra Mundial.
Carlos Andres Salazar Martínez

0 comentarios:

Publicar un comentario