Némesis Urbana

Némesis urbana, inesperado confrontamiento se armó entre Cañada Negra y Los Triana en el barrio Playón de los Comuneros en limites con el municipio de Bello, de senderos a calles estrechas, de calles estrechas a senderos, se tiraron bala, granadas y petardos, en aquel escenario de Armotodo, donde pequeñas cajas de ladrillos asimétricamente yuxtapuestas una de otras demarcaban calles espontaneas y discontinuas, hay veces solo daban espacio para laberintos de senderos.

¡Ay! como estremecen esas rimbombantes explosiones acompañadas de algazara, cualquiera siente que en esa mañana puede morir. Ella sale corriendo, no piensa detenerse, tampoco piensa mirar para atrás, su deseo es escapar de semejante tropel, en una que otra típica irregularidad de esas calles, escaleras o senderos parece rebotar, por esa razón a perdido su sentido de orientación, pero siente que por lo menos dos barrios a cruzado, pues ha avanzado tanto que el tastáceo y las explosiones con desaliento rasga en sus oídos, desaliento de recorrer mas calles que a ella aun no le ha llegado, parece terminar otro barrio aproximándose a una pequeña escuela, el patio que se ve cercado, contiene barullo de niñas y niños en pleno recreo, es un fiel ejemplo de entropía tal algarabía. 

Ella al parecer salto la reja, nadie en el patio la vio llegar, mucho menos la escucharon, solo fue percibida en el momento en que golpeo el pecho de una niña de cuarto grado que delante de sus compañeritas se desvaneció.

Cuento publicado el 11 de abril de 2008

JUAN CAMILO SALAZAR MARTÍNEZ

Politólogo