"Freedom of speech, freedom of worship, freedom from want, and freedom from fear" eran según Roosevelt las libertades que defendían los aliados y por los cuales justificaban la busqueda incansable de la victoria.
Noam Chomsky uno de los más acérrimos críticos de las políticas Estado Unidenses habla de ellas en su libro La Quinta Libertad, en el cual, como su nombre lo dice, habla de una libertad que se suma a este ramillete, una libertad de la que gozan los países del primer mundo, especialmente aquellos cuya única defensa son las arma y la opresión, y por la cual los países del tercero no gozamos del progreso que anhelamos.
Una libertad que permite que los países que la practican disfruten los beneficios que están sujetos a la muy supuesta libertad de expresión, a la complicada libertad de culto, a la ambigua libertad de necesidades, y a la irónica ausencia de temor; y nos libra a nosotros, cómo no, de disfrutarlas. La libertad de la que habla Chomsky es la libertad para explotar y saquear, una libertad que definitivamente incita a la revolución. Una libertad para la cual el autor halla un sinnúmero de ejemplos, pasando por los conflictos de América Central hasta los de Oriente Medio, sin descuidar los ocurridos en algunos países asiáticos en la segunda mitad del siglo XX y sin los cuales sería imposible pensar en Estados Unidos como el líder del nuevo orden mundial.
Pienso ahora en aquellos que han intentado levantar su voz para decir "Ya basta", en la falta de valor de quienes ostentan el poder para asumir retos sin necesidad de utilizar la fuerza, en el sometimiento del que hemos sido victimas, en tantos años de silencio y en los muchos mártires del nuevo régimen. Según esto todo es posible, en algún lugar hay alguien que está pensando en la forma de someternos, en la manera de ponernos de ejemplo y demostrar su poder, para que una sociedad ciega de por allá evite pronunciar palabra y se sienta orgullosa de sus muy fingidas libertades.
Quisiera saber entonces cómo se justifican y esconden tantos crímenes, qué opinión les merece el 11 de Septiembre, las masacres en algunos de sus colegios, los ataques a sus embajadas, consecuencias de una represión totalizante en la cual tienen al mundo. ¿Son consientes, también, de eso? ¿Es posible que dentro de sus muchos planes este incluido uno que otro atentado extranjero que justifique la puesta en marcha de nuevos actos de control formando así un círculo vicioso del cual ellos son los dueños absolutos?
El 15 de Mayo del presente año, por ejemplo, Obama salió al jardín de su casa para hacer una declaración en la que daba reversa a una de sus promesas electorales. La revelación a los medios de más de 2000 fotografías que documentan los abusos recientes a prisioneros en Iraq y Afganistán tomadas por personal militar de los Estados Unidos no va a darse. En su declaración argumento que "La publicación de las fotos no añade ningún beneficio adicional a nuestra comprensión de lo que se llevo a cabo en el pasado por un pequeño número de individuos. De hecho, la consecuencia más directa de la revelación de éstas, en mi opinión, sería la de inflamar aún más la opinión de los anti-americanos y así poner nuestras tropas en un mayor peligro."
Comentarios que tuvieron una reacción directa de Anthony Romero, director ejecutivo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, muy apropiado el nombre), quien respondió a la declaración sosteniendo que por la cantidad de fotografías que iban a ser reveladas "ya no es sostenible culpar de los abusos a unas pocas manzanas. Estas políticas fueron establecidas al más alto nivel."
Carlos Andrés Salazar Martínez
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