Ya ni recordamos cuándo sucedió el accidente. Pero podemos ponerle nombre, tal como lo hicimos con el 9/11. Sí, justo así, una fecha que muchas veces impide que recordemos las consecuencias.
El 4/20 murieron 11 trabajadores y comenzó el derrámame de petróleo más grande de la historia, como consecuencia de la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon. Plataforma que realizaba operaciones en el Golfo de México, cerca de la costa de Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida, y cuyos responsables son BP, Halliburton, and Transocean. Compañías que ya se presentaron en audiencia pública ante el Senado de los Estados Unidos y cuyas declaraciones no convencieron a nadie.
Pero ¿Qué declaraciones pueden ser convincentes ante la tragedia?
No hay siquiera un acuerdo en el tamaño de la mancha. No han podido detener completamente la fuga de petróleo. Y no se compara, aun que los medios de comunicación lo intenten, con el derrame que en 1989 tuvo lugar en las costas de Alaska por parte del Exxon Valdez.
La fuga que tuvo lugar en el 89, fue producto del choque del buque petrolero Exxon Valdez, lo que significó la fuga de 250.000 barriles de crudo. Mientras que en el caso de la fuga de la plataforma Deepwater Horizon se habla de un estimado de 50.000 a 84.000 barriles de crudo al día en el peor de los casos - esta es una cifra en la que precisamente no se han podido poner de acuerdo-.
Los desastres ocasionados por la mancha del Exxon Valdez tuvieron consecuencias nefastas en la población, la fauna y la flora de los parques naturales aledaños a la costa y los habitantes cerca de ella. Muchos de ellos recordaban incluso el olor que durante días invadió sus casas y narran como, después de diez años, continuaban recogiendo con sus manos petróleo de las ensenadas afectadas. Pese a que el reporte de 1999 presentado por la National Geographic era sólo un poco más alentador de lo que se esperaba, advertían que tanto para los animales y los habitantes de la costa fue un evento que dividió y marcó sus historias.
Resta esperar las decisiones que se tomarán con respecto al derrame en el Golfo de México, The New York Times presentó en uno de sus reportajes como el NOAA (The National Oceanic and Atmospheric Administration), encargado de la protección de los animales amenazados y los mamíferos marinos, envío una carta en Septiembre del año pasado a la MMS (Minerals Managment Service) advirtiéndole sobre la poca valoración que daba a un probable, con consecuencias potenciales, de un derrame de crudo en el Golfo, subestimando la frecuencia con la que ocurren los derrames allí.
Ahora, todo parece indicar que no sólo los responsables fueron las tres empresas que se presentaron frente al tribunal del Senado. Muy a pesar de que el presidente Obama dice que a estas compañías les corresponde asumir el costo que signifique regresar todo a la normalidad.
Tal vez, la declaración más sensata hecha por alguien en medio de todo este triste accidente, es la que envió, a través de correo electrónico, el portavoz de BP.
Estimar la taza de flujo no afecta en otra dirección o escala nuestra responsabilidad, la cual es la más grande de la historia.
Esa mancha no sólo afectará, dentro de poco, las costas de Estados Unidos y las carteras de los responsables… si este es el derrame más grande de la historia muy seguramente el tiempo se encargará de mostrarnos que nosotros también hemos sido golpeados.
http://www.nytimes.com/interactive/2010/05/01/us/20100501-oil-spill-tracker.html
Carlos Andrés Salazar Martínez
0 comentarios:
Publicar un comentario