Porqué en realidad qué más hace uno si no es buscar en medio de la cantidad inagotable de información aquellos datos que den esperanza, que activen la creatividad o simplemente alimenten nuestra curiosidad. Y es precisamente por esa búsqueda que en este momento tengo un problema, un problema al que no me referiré en este texto que está dedicado, exclusivamente, a uno de los causantes del mismo.
En Octubre de 2008 Malcolm Gladwell publicó Late Bloomers, artículo en el que intentaba dar respuesta a la pregunta que encabezaba el texto ¿Porqué relacionamos la genialidad con la precocidad? Pregunta que sirvió de base para escribir en este mismo blog el texto sobre La Inspiración. En el artículo, palabras más palabras menos, Gladwell atina a justificar el hecho de que nunca es tarde para escribir, pintar o componer una obra maestra. El texto lo complementa y hace interesante el testimonio de un hombre llamado Ben Fountain, un abogado que tomó la decisión de dejar de lado la prestigiosa firma para la que trabajaba, por dedicarse a escribir sus historias de ficción luego de superar los 30 años de edad. Quince años después publicaría el libro de relatos que lo ha hecho célebre y le ha otorgado el puesto que se merece en la literatura americana: Brief Encounters With Che Guevara.
Otro dato llegaría, de parte de Galdwell, para Mayo del presente año "El politólogo Ivan Arreguin-Toft recientemente observó todas la guerras disputadas, durante los últimos doscientos años, en las que uno de los contendores era mucho más fuerte que el otro. Los Goliats, encontró, ganaron en el 71.5 % de las veces. Eso ya es un hecho significativo. Arreguin-Toft estuvo analizando aquellos conflictos en los cuales una de las partes era diez veces menos poderosa -en términos de armamento y población- que el oponente, y obtuvo como resultado que los más débiles ganaron en alrededor de un tercio de las veces." Los testimonios en esta ocasión también son maravillosos: un equipo de baloncesto infantil indio que desestabilizó los patrones y reglas que rigen en la liga infantil estadounidense y un programador que con Eurisko, su robot libre de reglas, ha logrado sorpreder a los más capaces. How David Beats Goliath, es el título de un texto en el que Gladwell sentencia que al enfrentarnos con un Goliat debemos tener presente quien es aquel que hace las reglas: Goliat.
Pero creo haber resuelto mi problema, Malcolm Gladwell en ningún momento ofrece una respuesta absoluta. Sólo expone ejemplos, testimonios de personas comunes que sirven para dar robustez a sus textos. Al igual que Eduardo Punset, Gladwell se vale de la información que los avances de la ciencia y las investigaciones alrededor de las ciencias sociales han convertido en certezas, para preguntarse sobre la validez e importancia que tienen esos descubrimientos para el hombre común.
Carlos Andrés Salazar Martínez
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